domingo, diciembre 18, 2005
martes, noviembre 22, 2005
LO QUE EL ARTE HA CONTRIBUIDO A LA TEORÍA DE BOURDIEU.
Por Natalie Heinich del texto Sociologia del Arte
(Traducción: Pablo Venegas)
En primer lugar, el arte y la cultura, favorecieron el desarrollo de una sociología investigativa, ayudándose en el desarrollo de las técnicas estadísticas – lo cual en los años 60, innovaba considerablemente la sociología, en relación a ciertas concepciones más abstractas de la sociología universitaria. La Investigación estadística era aplicada, en aquel entonces, en ámbitos más utilitarios, tales como las votaciones, o las prácticas de consumo. En respuesta a determinados requerimientos institucionales (una investigación para Kodak, y otra para los museos europeos), la investigación empírica, desarrollada en equipo. Abrirá nuevas problemáticas en los ámbitos de la percepción estética, (a través de la fotografía), y de las prácticas culturales, (a través de la frecuentación a los museos).
Este doble acercamiento, permitirá profundizar la pregunta sobre la desigual distribución de los recursos: ya no es solamente, como en el enfoque marxista tradicional, el capital económico el que se encuentra el principio de las desigualdades, sino que también el "capital cultural" – concepto fundamental en la obra de P. Bourdieu, particularmente el trabajo sobre los estudiantes realizado con Jean Claude Passeron.
La tradicional escala lineal de posiciones, organizada mediante un eje único determinado por los recursos económicos, será dividida en dos ejes: el capital cultural, medido por el nivel de estudio, del sujeto y de sus padres, se volverá un determinante factor explicativo. El acceso a los bienes simbólicos, no-reducibles a valores de mercado (cultura, educación, competencia lingüística o estética), no es solamente condicionado por los medios financieros, sino que también por "disposiciones" profundamente incorporadas, menos concientes y menos objetivables: Gustos, habitos....
"Capital cultural, "bienes simbólicos", "disposiciones": La apertura conceptual instaurada por estos nuevos objetos de investigación acompañará el desarrollo de otros conceptos fundamentales – "campo", "habitus", "legitimidad", "distinción".
Este doble acercamiento, permitirá profundizar la pregunta sobre la desigual distribución de los recursos: ya no es solamente, como en el enfoque marxista tradicional, el capital económico el que se encuentra el principio de las desigualdades, sino que también el "capital cultural" – concepto fundamental en la obra de P. Bourdieu, particularmente el trabajo sobre los estudiantes realizado con Jean Claude Passeron.
La tradicional escala lineal de posiciones, organizada mediante un eje único determinado por los recursos económicos, será dividida en dos ejes: el capital cultural, medido por el nivel de estudio, del sujeto y de sus padres, se volverá un determinante factor explicativo. El acceso a los bienes simbólicos, no-reducibles a valores de mercado (cultura, educación, competencia lingüística o estética), no es solamente condicionado por los medios financieros, sino que también por "disposiciones" profundamente incorporadas, menos concientes y menos objetivables: Gustos, habitos....
"Capital cultural, "bienes simbólicos", "disposiciones": La apertura conceptual instaurada por estos nuevos objetos de investigación acompañará el desarrollo de otros conceptos fundamentales – "campo", "habitus", "legitimidad", "distinción".
Campo, Habitus, legitimidad y distinción
Será la desintegración de la escala unidimensional, -en un espacio de dos dimensiones, económica y cultural- lo que permitirá, representar los diferentes contextos de actividad en términos de campo, vale decir, según una configuración compleja terminada por una pluralidad de factores específicos.
Aquello es aplicable tanto a Flaubert, como a Manet, para un realizador de comics, como para un modisto de "la Alta costura": Diversos artículos publicados desde 1975, en los "Actos de la Investigación en ciencias sociales", abrirán el camino a esta nueva sociología de los campos artísticos. De esta forma, en el campo de la literatura se abandonará el enfoque clásico, basa do en la oposición primaria entre un individuo creador y una sociedad global, y se adoptará un enfoque basado en la interacción concreta entre productores, editores, especialistas, lectores, herederos y recién llegados, poseedores del capital económico o cultural, etc.
De igual forma, la importancia del "sistema de disposiciones" incorporadas por los actores (permitiéndoles juzgar la calidad de una fotografía, u orientarse en un museo), se encuentra inserto en el concepto de habitus: conjunto de capacidades, de costumbres, y de marcas corporales que conforman al individuo mediante la inculcación, no conciente, de maneras de ser características y propias de determinados ámbitos. Sin este concepto (habitus) sería difícil dilucidar cual es la verdadera "barrera de entrada" a los ámbitos de la alta cultura: pues no se trata de la falta de medios financieros ni, en algunos casos, de conocimientos, sino que sería una cierta incomodidad (falta de familiaridad), la conciencia difusa de "encontrarnos en un lugar que no es el nuestro", lo cual se expresa en posturas corporales, formas de vestir, maneras de hablar o de desplazarse.
La desigualdad de estas disposiciones en relación con la cultura- inadecuación del habitus o carencia de capital cultural- se aprecia flagrantemente en los ámbitos más "legítimos" de la alta cultura: Opera, teatro de vanguardia, pintura clásica, literatura erudita. En este sentido, el concepto de legitimidad, tomado a Max Weber, fue desarrollado prioritariamente a partir del ámbito artístico, donde, por excelencia, los valores dominantes son reconocidos por todos, inclusive por los "dominados", quienes participan ciegamente a la reproducción de este orden sin percatarse que de esta forma favorecen su propia exclusión. En clara oposición al concepto marxista de Explotación, el concepto de legitimidad explica como los "dominados pueden colaborar a su propia dominación al retomar los valores de los propios de los dominantes.
Finalmente, observamos como este ámbito de practicas simbólicas –en el cual es ejercido el capital cultural mediante habitus desigualmente legítimos- aporta valiosas ilustraciones empíricas al concepto de "distinción". En este sentido Museos y músicas, maneras de sentarse a la mesa o de leer, etc., cruzados por el medio social, entregan, y son una forma de leer estadísticamente el "snobismo" que gobierna y guía las preferencias estéticas.
Lo que Bourdieu combatió
Mas allá de sus innovaciones una teoría es comprendida a cavilada si se entiende en contra de que se ha constituido.
Para P. Bourdieu el adversario ara doble: dualidad particularmente clara en el ámbito cultural.
Por una parte, la sociología del arte debía diferenciarse del "idealismo estético" propio de los especialistas y admiradores del arte. Es la "Ilusión del sujeto creador" aquello que combate Bourdieu, mediante una puesta en evidencia de las fuerzas colectivas que operan –también- en el arte, a través de los efectos de campo, los habitus y las imposiciones de legitimidad; sin embargo es la ilusión del gusto puro y desinteresado – aquel que depende netamente de la subjetividad y que tiene como fin último el deleite – la que sufre un gran descalabro mediante los conceptos de "distinción" y "bienes simbólicos"
Por otra parte, el reduccionismo de cierto Marxismo mecanicista es cuestionado por Bourdieu, no solamente agregando a las determinaciones económicas el rol del capital cultural y las prácticas simbólicas, Sino que también insistiendo sobre la relativa autonomía de los campos. Contra las tradicionales "teorías del reflejo", las cuales conciben la creación artística como una mera transposición mecánica de los intereses de clase, Bourdieu propone las determinaciones específicas pensadas no en tanto en términos de clases sociales, sino como posiciones en un campo. De esta forma, el concepto de "homología", desarrollado por el historiador del arte Erwin Panofsky, logra dar cuenta de identidades de estructura entre dos ámbitos distintos tales como: La arquitectura Gótica y el pensamiento escolástico.
Lo anterior es aquello que convierte a la teoría de Bourdieu en algo poco vulnerable a la critica: Contra el idealismo individualista plantea las determinaciones colectivas, y contra un materialismo demasiado mecanicista argumenta su interés por la especificidad de los contextos y la retraducción individual de los determinismos (de la misma forma en otros aspectos Bourdieu presentará: frente a los interaccionistas su lado estructuralista, frente a los teóricos de lo social su lado empírico – metodológico, o rente a las críticas eruditas la necesidad del compromiso del investigador.
jueves, noviembre 10, 2005
Bienvenida
Bien, les doy la bienvenida a tod@s al espacio del taller de sociologia del arte de nuestro colega Pablo Venegas. A traves de este nos podremos comunicar y publicar nuestros trabajos. Espero que nos sirva en el sentido de que le saquemos el mejor de los provechos...Por ahora solo los invito a publicar y postear, Chao.
PD: Para convertirse en usuarios dejenme su correo en espacio de los comments y le hago llegar una invitacion para que se inscriban. Saludos